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"C.C. Distrito 18"
"C.C. Distrito 18"
8 de MAYO 2010
I Edición - Ruta CC Distrito 18
- de Yemas a Churros -
¡¡ FOTOS !!
010510 I edic. de Yemas a Churros 125km 39 bikers
010510 I edic. de Yemas a Churros by Patxi
Otras fotos de:
- Jose de la Fuente (Proyecto Red MTB): 2010-05-09 I Marcha Distritera Avila-Madrid
- de Ruben (El Altillo): De Yemas a Churros
LA GRAN CRONICA
I SUPER-RUTA DE YEMAS A CHURROS (ÁVILA-MADRID)
LOS INICIOS
La aventura es la aventura, así hay que vivir la vida. Siempre hay algún detalle que puede convertir en aventura hasta la más aburrida de las rutinas. Con este espíritu abordamos una de las mil rutas que puedes hacer a lo largo del año hasta que de repente y sin saber porqué, surgió la idea de unir Ávila con Madrid en bici de montaña.
Según Darwin hay miles de especies y sub-especies en el mundo… una de estas últimas somos los ciclistas de montaña, mira que sufrimos encima de nuestras amadas, pues nada, siempre nos empeñamos en complicarnos la existencia un poco más. Ya lo decía la famosa canción ¡¡MANERAS DE VIVIR!! Al son de este rock ochentero nos pusimos a perfilar algo que nos llenaría de ilusión… y de trabajo. No conforme con unir estas dos ciudades decidimos invitar a clubes cercanos y amigos para que compartieran con nosotros esta especie de locura colectiva, y claro, aceptaron como locos, si Freud nos cogiera uno por uno…
Una vez repartidas las tareas de organización, logística, técnica, etc. nos pusimos manos a la obra. Antes del día H y la hora D hicimos un reconocimiento general de la ruta y comprendimos que sobre el papel parecía más “asequible”. Contactamos con los inscritos para darles los últimos datos y nos dispusimos a pasar un día de auténtico MTB.
EMPIEZA EL BAILE
A la hora convenida todos estábamos preparados, subimos las bicis al autobús y nos disponemos a empezar el día. En Ávila nos recibe un tibio solecito que nos pone las pilas, vamos hasta la Plaza de la Catedral para hacernos la foto de partida… y a dar pedales.
PRIMERA PARTE: ÁVILA – CARRETERA DE NAVALPERAL DE PINARES A HOYO DE PINARES (primer avituallamiento) 36 KM
Hacemos un par de kilómetros por la ciudad hasta que cogemos la primera pista que nos sacará de Ávila, pasamos junto al Caserío de Aldeagordillo donde vemos un extraño artilugio que antiguamente tendría su utilidad. Enlazamos rápidamente con la pista que pasa junta a la finca El Gansino, vamos por terreno llano y sin dificultades lo que nos ayuda a ir calentando los músculos y para empezar con las primeras bromas. Circulamos paralelos al Río Chico hasta que este se cruza con el Arroyo de Tornadizos, en este punto giramos a la derecha y empezamos la primera subida del día, en este caso nos llevará hasta el inicio de Tornadizos de Ávila pueblo que bordeamos por pistas sin dificultades técnicas pero no exentas de un desnivel exigente. El grupo no se separa mucho porque todavía conservamos intactas nuestras fuerzas, cruzamos la carretera CL-505 que nos llevaría hacia Navalperal de Pinares. Nosotros solamente la atravesamos y continuamos ascendiendo hasta coronar el Puerto de las Pilas, a 1350 metros de altura será el punto más alto de toda la ruta. Ahí cogeremos el antiguo Camino Real y cruzaremos varias veces el Arroyo del Molón que en estas fechas todavía lleva agua suficiente para empezar a dejar nuestra ropa y nuestras bicis con esas “motitas” marrones que tanto nos gustan. El camino de bajada es difícil técnicamente, aquí los “radikal-boys” disfrutan como enanos, desde la parte de arriba del camino podemos escuchar sus exclamaciones, los menos dotados técnicamente hacemos lo que podemos hasta el punto que habíamos decidido de reagrupamiento. Una vez todos juntos continuamos el Camino del Hocico Mediano, atravesamos el pequeño pueblo del El Herradón, y el río que a su vez le atraviesa, Río de la Gaznata, y comenzamos a subir una dura pista. A mitad de subida cogemos el Camino de la Nava que nos llevará hasta la parte alta de San Bartolomé de Pinares. A estas alturas ya el grupo se ha disgregado en la famosa “serpiente multicolor”, cada uno con sus fuerzas y con su ritmo vamos ganando altura, en el pueblo tenemos un pequeño descansillo antes de afrontar la subida más dura de toda la ruta, las curvas de herradura se suceden y los pulsómetros empiezan a sonar, señal de que estamos al límite de nuestras capacidades. En seis kilómetros hemos pasado de los 900 a1250 metros de altura. Una vez coronamos nos volvemos a reagrupar en la carretera que nos llevaría al pueblo de La Cañada, en las caras ya se refleja el esfuerzo realizado, pero nadie pierde la sonrisa por haber superado la parte más dura y exigente de toda la ruta. Comentamos las espectaculares vistas que la subida nos ha brindado de este precioso valle y recordamos la dureza de la subida. Llevamos 30 km y estamos muy cerca del primer avituallamiento. En seis kilómetros más nos plantamos en el punto que habíamos definido previamente para que la furgoneta pudiera aparcar sin problemas. Lo que nos encontramos es un espectáculo, fruta a tutiplén, bollería surtida que haría las delicias de los más golosos, barritas energéticas, geles, bebidas energéticas… un espectáculo, además las cuatro personas que van conduciendo las furgonetas de apoyo nos reciben con una sonrisa en sus labios que nos hacen recuperar enseguida las fuerzas.
SEGUNDA PARTE: CARRETERA DE NAVALPERAL DE PINARES A HOYO DE PINARES – ZARZALEJO ESTACIÓN (segundo avituallamiento) 67 KM
Con la tripa llena se hace difícil empezar otra vez a dar pedales, para mayor dificultad tenemos que ascender otros dos o tres kilómetros que nos hacen sudar la gota gorda. Estamos en una zona de pinares que da nombre a todos los pueblos de los alrededores, el olor de los pinos y de la jara invade nuestros pulmones y nos anima a seguir el camino. Las pistas por las que rodamos nos acercan hacia Valdemaqueda, es un continuo subir… hasta que llega la trepidante bajada. Más de uno sobrepasó los 65 km por hora, están locos estos romanos. Nos reagrupamos y cogemos un cortafuegos que nos lleva hasta el Arroyo de la Hoz, una vez cruzado enlazamos con un sendero muy divertido que nos deja justo a la entrada de Valdemaqueda. Atravesamos este pueblo y nos toca hacer tres kilómetros por asfalto para volver a coger un camino que nos dejará en Robledo de Chavela. Bordeamos este pueblo y llegamos a otra de las subidas duras de la ruta, en cuatro kilómetros pasaremos de los 850 a los 1050 metros. Una vez arriba nos volvemos a reagrupar y partimos el grupo, unos disfrutarán de un sendero estrecho y técnico, otros bajaran por una pista que también presentaba alguna dificultad técnica debido a la gran cantidad de piedras sueltas que presentaba. Cuando nos unimos el grupo solo nos quedaban 2 kilómetros hasta el segundo avituallamiento. Al llegar lo que vimos era espectacular, bocadillos a tutiplén, fruta, ensalada de pasta, refrescos, agua… im-presionante. Nuestros amigos “furgoneteros” tenían un despliegue increíble, el pan lo habían comprado hacía muy poco tiempo y estaba crujiente, las ensaladas entraban una detrás de otra y los refrescos estaban fresquitos con el hielo que habían puesto en los bidones. Todos disfrutamos de un buen rato de descanso, comimos como cosacos y nos dispusimos a hacer la última parte de la ruta.
En este avituallamiento estaba el “punto de no retorno”, los ciclistas que no se encontraran bien o ya les fallaran las fuerzas debían pensarse si continuar o desviarse hacia el El Escorial, que distaba seis kilómetros nada más, para coger el tren de vuelta a Madrid. Cinco compañeros de ruta decidieron que era el momento de hacer una honrosa retirada, todos podrían haber seguido hasta el final pero supieron sacrificar su propio interés en aras del grupo. Desde aquí queremos agradecerles este gesto que los hace más grandes todavía porque a ninguno nos gusta abandonar una ruta como esta… y ellos supieron hacerlo.
TERCERA PARTE: ZARZALEJO ESTACIÓN – VILLAFARANCA DEL CASTILLO (tercer avituallamiento) 91 KM
Después de despedir a nuestros compañeros de ruta entramos en un sendero dirección Valdemorillo. Es divertido, tiene un componente técnico que le hace disfrutón porque no llega a ser nada difícil. El grupo va muy compacto y rodamos a un buen ritmo. Los organizadores vamos haciendo cálculos y nos damos cuenta de que vamos por debajo del horario previsto, a este ritmo no nos harían falta las luces porque llegaríamos con luz de sobra. Esto nos anima, y sobre todo que la ruta ya pica claramente hacia abajo. En la zona anterior a Valdemorillo hay una zona de continuos sube-baja que ya no los hacemos con tanto brío pero todavía tenemos fuerzas suficientes para seguir bromeando entre nosotros. En los primeros metros de asfalto a la entrada de Valdemorillo tenemos un leve incidente con una conductora, en realidad es con su acompañante, no entiende que vamos más de 35 ciclistas y que ocupamos mucho espacio, no nos sorprende que haya gente que no tenga el máximo cuidado pero seguimos sin entender actitudes de este tipo. Recuperados del mínimo incidente podemos continuar con nuestra ruta, y lo hacemos por lo que constituye la salida y llegada de la mítica prueba de mtb que en este pueblo se organiza. Extremamos las precauciones al cruzar la masificada M-600, y cogemos un camino muy divertido en bajada que circula paralelo a las vayas de algunas urbanizaciones que pueblan y asfixian esta parte de la sierra madrileña. Ya estamos muy cerca del tercer y último avituallamiento y la zona que nos queda hasta él no es muy entretenida. Hay continuos repechos que nos van minando las fuerzas y el grupo empieza a resentirse. Para colmo el cielo empieza a cubrirse de un tono negruzco que no nos inspira ninguna confianza, en el último repecho antes del avituallamiento empezamos a notar alguna gotita en nuestros cuerpos, mal presagio pensamos muchos. Llegamos al avituallamiento y nuestros ángeles de la guarda ya lo tienen todo preparado, además esta vez con la dificultad añadida de que el lugar escogido no era el mejor, puesto que estaba en una urbanización privada difícil de encontrar. Menos mal que las dos o tres llamadas realizadas entre los organizadores y los conductores les permiten encontrar el punto señalado con el tiempo justo para prepararlo todo y recibirnos, otra vez, con esa sonrisa que nos llenaba de ánimo. Damos cuenta de más fruta, bollos, barritas energéticas y todo lo que nos ofrecen… entre risas comentamos que al final vamos a llegar con más peso que con el que hemos salido de Madrid. Mientras, la leve llovizna se convierte en chaparrón importante y todos empezamos sacar los chubasqueros de las mochilas.
Entre dos o tres miembros del club habíamos preparado una sorpresa para el resto del CC Distrito 18; un compañero de rutas que por una lesión en una de sus rodillas no había podido hacer la ruta completa se incorpora en este punto ya que él vive muy cerca de esta zona. Todos le recibimos con el cariño que se merece porque es uno de los animadores de nuestro rodar, siempre tiene un “chascarrillo”, una broma… o una parida a punto.
Desde aquí ya no tendríamos más contacto con las furgonetas hasta Madrid por lo que decidimos coger las luces por si la noche finalmente nos alcanzaba, los cálculos nos invitaban a ir a pelo, pero había que ser previsor. Así que con las luces en el manillar o el casco, el chubasquero encima y una nube de duda en nuestras miradas nos disponíamos a hacer los últimos kilómetros de la ruta.
CUARTA PARTE Y ÚLTIMA: VILLAFRANCA DEL CASTILLO – MADRID. 128 km
Nada más salir parece que la naturaleza se alió con nosotros porque dejó de llover, mirábamos hacia el cielo y la nube estaba pero no descargaba, se empezaban a abrir claros y eso nos supuso una inyección de moral extra. Dejamos atrás Villafranca del Castillo y atravesamos el puente de metal sobre el río Guadarrama, empezamos otra subida por pista que nos encajona entre las localidades de Boadilla del Monte y Majadahonda. Ya no podremos disfrutar de la soledad de la sierra, ahora ya nos toca atravesar localidad tras localidad, urbanización tras urbanización, campo de golf tras campo de golf. Esta parte es la más pestosa de la ruta, los kilómetros se notan y el “paisaje” no invita a desviar la vista y recrearnos en él, seguimos el camino de las merinas utilizan en su anual trashumancia pero cualquier parecido con sus buenos tiempos es mera coincidencia, ahora discurre encajonado entre urbanizaciones y carreteras, una pena que el ser humano se empeñe en urbanizar cualquier metro cuadrado de campo. Circulamos paralelos a la M-503 y posteriormente a la M-40 que atravesamos por debajo en uno de los múltiples pasos que hay. Ya notamos la presencia de la capital y sabemos que vamos a llegar de día… o no. Siempre hay que tener en cuenta al “amigo Murphy”, en esta ocasión nos visita en forma de pinchazo en las dos ruedas del mismo componente del grupo, perdemos un poco de tiempo reparando y continuamos pero al poco otra vez tenemos que parar porque una de la ruedas sigue perdiendo aire. A la altura de Somosaguas terminamos de arreglar el pinchazo, pasamos un momento distendido bromeando y discutiendo sobre las bondades del tubeless.
Hacemos el último tramo de enlace para entrar en la Casa de Campo, el pulmón de Madrid y rápidamente la atravesamos para hacernos unas fotos a la vera del Río Manzanares con la Catedral de la Almudena y el Palacio Real a nuestras espaldas.
Cantamos, reímos, nos abrazamos y al final conseguimos arrancar otra vez, todavía nos quedan los últimos kilómetros para cumplir con nuestro propósito. Dejamos a nuestra izquierda el Campo del Moro y atravesando el Parque de Atenas subimos la Cuesta de la Vega, no sin esfuerzo pero ya exultantes. Solo nos queda subir por la Calle Mayor y entrar en olor de multitud en la Plaza Mayor de Madrid. Es indescriptible las emociones que sentimos en ese momento, para mayor emotividad las mujeres e hijos de algunos de los participantes estaban esperándoles allí. Incluso algún turista nos hace fotos, qué pensarían de nosotros para decidirse a fotografiarnos...
Con el objetivo cumplido bajamos por la las calles de Madrid hasta donde habíamos dejado los coches aparcados a las 6,15 de la mañana. Desde el club teníamos preparada una sorpresa más, esta vez para todos los participantes, en un bar cercano a la Asamblea de Madrid nos estaban esperando una barril de cerveza, tortillas de patatas, choricitos fritos y un sin fin de ricas viandas de las que dimos cuenta en un abrir y cerrar de ojos.
EPÍLOGO
No se nos ocurre nada más gráfico y claro que las palabras que hoy nos ha escrito el presidente del Club Ciclista Distrito 18… ahí os las dejamos porque resumen todo lo podríamos/querríamos decir:
Desde la tranquilidad y la serenidad del día después, con los músculos mas relajados y las emociones un poco mas ordenadas en la mente
FELICIDADES Y ENHORABUENA!!!!!!!!!!!!!!!! a todos los que el sábado 8 de Mayo salimos de Ávila, con mucha ilusión y a la vez con un cierto cosquilleo en el estomago por saber si podríamos terminar lo que con tantas ganas comenzábamos y conseguimos llegando a La Plaza Mayor de Madrid.
FELICIDADES Y ENHORABUENA!!!!!!!!!!!!!!!! a los que por unas causas u otras no pudieron terminarla, por tener el espíritu de empezarla, mi lema en la vida es -mejor embarcar y naufragar que no haber embarcado nunca- en la próxima a intentarlo de nuevo, seguro que llegareis
FELICIDADES Y ENHORABUENA!!!!!!!!!! a Jorchs, un alegrón verte amigo y un gustazo tu compañía en el ultimo tramo del camino.
FELICIDADES Y ENHORABUENA!!!!!!!!!!!!! a los sherpas ALBERTO, LUISJA, JUAN H., JUANITO, que tan bien nos supieron llevar por esta ruta, por cierto, ruta guapa y completa que seguro dejo muy satisfechos tanto a radikals como a pisteros.
FELICIDADES Y ENHORABUENA!!!!!!!!!!!!! a los amigos de El Altillo Mountainbike, del Mountain Bike Torrejón, Sendadiesel, Bike Aventura Daganzo, MTB Leganés...y demás amigos que se unieron a esta aventura y nos brindaron su ayuda cuando hizo falta.
FELICDADES Y ENHORABUENA!!!!!!!!!!!! a los encargados del avituallamiento, JOSE MARIA, LUIS, PATXI, JUAN, un alegrón al veros y por tener todo tan bien preparado para nosotros, y por vuestros ánimos, que tanto se agradecen en los momentos duros.
Y por ultimo quiero dar las gracias públicamente y os pediría que se lo hicierais llegar a aquellos/as que por su labor paciente unas veces, y por ejercer de enfermeras/os otras nos hacen posible el disfrutar de esta locura nuestra que es la bici. GRACIAS!!!!!!!!
Hoy más que nunca… ¡¡¡MANERAS DE VIVIR!!!
CLUB CICLISTA DISTRITO 18
LOS INICIOS
La aventura es la aventura, así hay que vivir la vida. Siempre hay algún detalle que puede convertir en aventura hasta la más aburrida de las rutinas. Con este espíritu abordamos una de las mil rutas que puedes hacer a lo largo del año hasta que de repente y sin saber porqué, surgió la idea de unir Ávila con Madrid en bici de montaña.
Según Darwin hay miles de especies y sub-especies en el mundo… una de estas últimas somos los ciclistas de montaña, mira que sufrimos encima de nuestras amadas, pues nada, siempre nos empeñamos en complicarnos la existencia un poco más. Ya lo decía la famosa canción ¡¡MANERAS DE VIVIR!! Al son de este rock ochentero nos pusimos a perfilar algo que nos llenaría de ilusión… y de trabajo. No conforme con unir estas dos ciudades decidimos invitar a clubes cercanos y amigos para que compartieran con nosotros esta especie de locura colectiva, y claro, aceptaron como locos, si Freud nos cogiera uno por uno…
Una vez repartidas las tareas de organización, logística, técnica, etc. nos pusimos manos a la obra. Antes del día H y la hora D hicimos un reconocimiento general de la ruta y comprendimos que sobre el papel parecía más “asequible”. Contactamos con los inscritos para darles los últimos datos y nos dispusimos a pasar un día de auténtico MTB.
EMPIEZA EL BAILE
A la hora convenida todos estábamos preparados, subimos las bicis al autobús y nos disponemos a empezar el día. En Ávila nos recibe un tibio solecito que nos pone las pilas, vamos hasta la Plaza de la Catedral para hacernos la foto de partida… y a dar pedales.
PRIMERA PARTE: ÁVILA – CARRETERA DE NAVALPERAL DE PINARES A HOYO DE PINARES (primer avituallamiento) 36 KM
Hacemos un par de kilómetros por la ciudad hasta que cogemos la primera pista que nos sacará de Ávila, pasamos junto al Caserío de Aldeagordillo donde vemos un extraño artilugio que antiguamente tendría su utilidad. Enlazamos rápidamente con la pista que pasa junta a la finca El Gansino, vamos por terreno llano y sin dificultades lo que nos ayuda a ir calentando los músculos y para empezar con las primeras bromas. Circulamos paralelos al Río Chico hasta que este se cruza con el Arroyo de Tornadizos, en este punto giramos a la derecha y empezamos la primera subida del día, en este caso nos llevará hasta el inicio de Tornadizos de Ávila pueblo que bordeamos por pistas sin dificultades técnicas pero no exentas de un desnivel exigente. El grupo no se separa mucho porque todavía conservamos intactas nuestras fuerzas, cruzamos la carretera CL-505 que nos llevaría hacia Navalperal de Pinares. Nosotros solamente la atravesamos y continuamos ascendiendo hasta coronar el Puerto de las Pilas, a 1350 metros de altura será el punto más alto de toda la ruta. Ahí cogeremos el antiguo Camino Real y cruzaremos varias veces el Arroyo del Molón que en estas fechas todavía lleva agua suficiente para empezar a dejar nuestra ropa y nuestras bicis con esas “motitas” marrones que tanto nos gustan. El camino de bajada es difícil técnicamente, aquí los “radikal-boys” disfrutan como enanos, desde la parte de arriba del camino podemos escuchar sus exclamaciones, los menos dotados técnicamente hacemos lo que podemos hasta el punto que habíamos decidido de reagrupamiento. Una vez todos juntos continuamos el Camino del Hocico Mediano, atravesamos el pequeño pueblo del El Herradón, y el río que a su vez le atraviesa, Río de la Gaznata, y comenzamos a subir una dura pista. A mitad de subida cogemos el Camino de la Nava que nos llevará hasta la parte alta de San Bartolomé de Pinares. A estas alturas ya el grupo se ha disgregado en la famosa “serpiente multicolor”, cada uno con sus fuerzas y con su ritmo vamos ganando altura, en el pueblo tenemos un pequeño descansillo antes de afrontar la subida más dura de toda la ruta, las curvas de herradura se suceden y los pulsómetros empiezan a sonar, señal de que estamos al límite de nuestras capacidades. En seis kilómetros hemos pasado de los 900 a1250 metros de altura. Una vez coronamos nos volvemos a reagrupar en la carretera que nos llevaría al pueblo de La Cañada, en las caras ya se refleja el esfuerzo realizado, pero nadie pierde la sonrisa por haber superado la parte más dura y exigente de toda la ruta. Comentamos las espectaculares vistas que la subida nos ha brindado de este precioso valle y recordamos la dureza de la subida. Llevamos 30 km y estamos muy cerca del primer avituallamiento. En seis kilómetros más nos plantamos en el punto que habíamos definido previamente para que la furgoneta pudiera aparcar sin problemas. Lo que nos encontramos es un espectáculo, fruta a tutiplén, bollería surtida que haría las delicias de los más golosos, barritas energéticas, geles, bebidas energéticas… un espectáculo, además las cuatro personas que van conduciendo las furgonetas de apoyo nos reciben con una sonrisa en sus labios que nos hacen recuperar enseguida las fuerzas.
SEGUNDA PARTE: CARRETERA DE NAVALPERAL DE PINARES A HOYO DE PINARES – ZARZALEJO ESTACIÓN (segundo avituallamiento) 67 KM
Con la tripa llena se hace difícil empezar otra vez a dar pedales, para mayor dificultad tenemos que ascender otros dos o tres kilómetros que nos hacen sudar la gota gorda. Estamos en una zona de pinares que da nombre a todos los pueblos de los alrededores, el olor de los pinos y de la jara invade nuestros pulmones y nos anima a seguir el camino. Las pistas por las que rodamos nos acercan hacia Valdemaqueda, es un continuo subir… hasta que llega la trepidante bajada. Más de uno sobrepasó los 65 km por hora, están locos estos romanos. Nos reagrupamos y cogemos un cortafuegos que nos lleva hasta el Arroyo de la Hoz, una vez cruzado enlazamos con un sendero muy divertido que nos deja justo a la entrada de Valdemaqueda. Atravesamos este pueblo y nos toca hacer tres kilómetros por asfalto para volver a coger un camino que nos dejará en Robledo de Chavela. Bordeamos este pueblo y llegamos a otra de las subidas duras de la ruta, en cuatro kilómetros pasaremos de los 850 a los 1050 metros. Una vez arriba nos volvemos a reagrupar y partimos el grupo, unos disfrutarán de un sendero estrecho y técnico, otros bajaran por una pista que también presentaba alguna dificultad técnica debido a la gran cantidad de piedras sueltas que presentaba. Cuando nos unimos el grupo solo nos quedaban 2 kilómetros hasta el segundo avituallamiento. Al llegar lo que vimos era espectacular, bocadillos a tutiplén, fruta, ensalada de pasta, refrescos, agua… im-presionante. Nuestros amigos “furgoneteros” tenían un despliegue increíble, el pan lo habían comprado hacía muy poco tiempo y estaba crujiente, las ensaladas entraban una detrás de otra y los refrescos estaban fresquitos con el hielo que habían puesto en los bidones. Todos disfrutamos de un buen rato de descanso, comimos como cosacos y nos dispusimos a hacer la última parte de la ruta.
En este avituallamiento estaba el “punto de no retorno”, los ciclistas que no se encontraran bien o ya les fallaran las fuerzas debían pensarse si continuar o desviarse hacia el El Escorial, que distaba seis kilómetros nada más, para coger el tren de vuelta a Madrid. Cinco compañeros de ruta decidieron que era el momento de hacer una honrosa retirada, todos podrían haber seguido hasta el final pero supieron sacrificar su propio interés en aras del grupo. Desde aquí queremos agradecerles este gesto que los hace más grandes todavía porque a ninguno nos gusta abandonar una ruta como esta… y ellos supieron hacerlo.
TERCERA PARTE: ZARZALEJO ESTACIÓN – VILLAFARANCA DEL CASTILLO (tercer avituallamiento) 91 KM
Después de despedir a nuestros compañeros de ruta entramos en un sendero dirección Valdemorillo. Es divertido, tiene un componente técnico que le hace disfrutón porque no llega a ser nada difícil. El grupo va muy compacto y rodamos a un buen ritmo. Los organizadores vamos haciendo cálculos y nos damos cuenta de que vamos por debajo del horario previsto, a este ritmo no nos harían falta las luces porque llegaríamos con luz de sobra. Esto nos anima, y sobre todo que la ruta ya pica claramente hacia abajo. En la zona anterior a Valdemorillo hay una zona de continuos sube-baja que ya no los hacemos con tanto brío pero todavía tenemos fuerzas suficientes para seguir bromeando entre nosotros. En los primeros metros de asfalto a la entrada de Valdemorillo tenemos un leve incidente con una conductora, en realidad es con su acompañante, no entiende que vamos más de 35 ciclistas y que ocupamos mucho espacio, no nos sorprende que haya gente que no tenga el máximo cuidado pero seguimos sin entender actitudes de este tipo. Recuperados del mínimo incidente podemos continuar con nuestra ruta, y lo hacemos por lo que constituye la salida y llegada de la mítica prueba de mtb que en este pueblo se organiza. Extremamos las precauciones al cruzar la masificada M-600, y cogemos un camino muy divertido en bajada que circula paralelo a las vayas de algunas urbanizaciones que pueblan y asfixian esta parte de la sierra madrileña. Ya estamos muy cerca del tercer y último avituallamiento y la zona que nos queda hasta él no es muy entretenida. Hay continuos repechos que nos van minando las fuerzas y el grupo empieza a resentirse. Para colmo el cielo empieza a cubrirse de un tono negruzco que no nos inspira ninguna confianza, en el último repecho antes del avituallamiento empezamos a notar alguna gotita en nuestros cuerpos, mal presagio pensamos muchos. Llegamos al avituallamiento y nuestros ángeles de la guarda ya lo tienen todo preparado, además esta vez con la dificultad añadida de que el lugar escogido no era el mejor, puesto que estaba en una urbanización privada difícil de encontrar. Menos mal que las dos o tres llamadas realizadas entre los organizadores y los conductores les permiten encontrar el punto señalado con el tiempo justo para prepararlo todo y recibirnos, otra vez, con esa sonrisa que nos llenaba de ánimo. Damos cuenta de más fruta, bollos, barritas energéticas y todo lo que nos ofrecen… entre risas comentamos que al final vamos a llegar con más peso que con el que hemos salido de Madrid. Mientras, la leve llovizna se convierte en chaparrón importante y todos empezamos sacar los chubasqueros de las mochilas.
Entre dos o tres miembros del club habíamos preparado una sorpresa para el resto del CC Distrito 18; un compañero de rutas que por una lesión en una de sus rodillas no había podido hacer la ruta completa se incorpora en este punto ya que él vive muy cerca de esta zona. Todos le recibimos con el cariño que se merece porque es uno de los animadores de nuestro rodar, siempre tiene un “chascarrillo”, una broma… o una parida a punto.
Desde aquí ya no tendríamos más contacto con las furgonetas hasta Madrid por lo que decidimos coger las luces por si la noche finalmente nos alcanzaba, los cálculos nos invitaban a ir a pelo, pero había que ser previsor. Así que con las luces en el manillar o el casco, el chubasquero encima y una nube de duda en nuestras miradas nos disponíamos a hacer los últimos kilómetros de la ruta.
CUARTA PARTE Y ÚLTIMA: VILLAFRANCA DEL CASTILLO – MADRID. 128 km
Nada más salir parece que la naturaleza se alió con nosotros porque dejó de llover, mirábamos hacia el cielo y la nube estaba pero no descargaba, se empezaban a abrir claros y eso nos supuso una inyección de moral extra. Dejamos atrás Villafranca del Castillo y atravesamos el puente de metal sobre el río Guadarrama, empezamos otra subida por pista que nos encajona entre las localidades de Boadilla del Monte y Majadahonda. Ya no podremos disfrutar de la soledad de la sierra, ahora ya nos toca atravesar localidad tras localidad, urbanización tras urbanización, campo de golf tras campo de golf. Esta parte es la más pestosa de la ruta, los kilómetros se notan y el “paisaje” no invita a desviar la vista y recrearnos en él, seguimos el camino de las merinas utilizan en su anual trashumancia pero cualquier parecido con sus buenos tiempos es mera coincidencia, ahora discurre encajonado entre urbanizaciones y carreteras, una pena que el ser humano se empeñe en urbanizar cualquier metro cuadrado de campo. Circulamos paralelos a la M-503 y posteriormente a la M-40 que atravesamos por debajo en uno de los múltiples pasos que hay. Ya notamos la presencia de la capital y sabemos que vamos a llegar de día… o no. Siempre hay que tener en cuenta al “amigo Murphy”, en esta ocasión nos visita en forma de pinchazo en las dos ruedas del mismo componente del grupo, perdemos un poco de tiempo reparando y continuamos pero al poco otra vez tenemos que parar porque una de la ruedas sigue perdiendo aire. A la altura de Somosaguas terminamos de arreglar el pinchazo, pasamos un momento distendido bromeando y discutiendo sobre las bondades del tubeless.
Hacemos el último tramo de enlace para entrar en la Casa de Campo, el pulmón de Madrid y rápidamente la atravesamos para hacernos unas fotos a la vera del Río Manzanares con la Catedral de la Almudena y el Palacio Real a nuestras espaldas.
Cantamos, reímos, nos abrazamos y al final conseguimos arrancar otra vez, todavía nos quedan los últimos kilómetros para cumplir con nuestro propósito. Dejamos a nuestra izquierda el Campo del Moro y atravesando el Parque de Atenas subimos la Cuesta de la Vega, no sin esfuerzo pero ya exultantes. Solo nos queda subir por la Calle Mayor y entrar en olor de multitud en la Plaza Mayor de Madrid. Es indescriptible las emociones que sentimos en ese momento, para mayor emotividad las mujeres e hijos de algunos de los participantes estaban esperándoles allí. Incluso algún turista nos hace fotos, qué pensarían de nosotros para decidirse a fotografiarnos...
Con el objetivo cumplido bajamos por la las calles de Madrid hasta donde habíamos dejado los coches aparcados a las 6,15 de la mañana. Desde el club teníamos preparada una sorpresa más, esta vez para todos los participantes, en un bar cercano a la Asamblea de Madrid nos estaban esperando una barril de cerveza, tortillas de patatas, choricitos fritos y un sin fin de ricas viandas de las que dimos cuenta en un abrir y cerrar de ojos.
EPÍLOGO
No se nos ocurre nada más gráfico y claro que las palabras que hoy nos ha escrito el presidente del Club Ciclista Distrito 18… ahí os las dejamos porque resumen todo lo podríamos/querríamos decir:
Desde la tranquilidad y la serenidad del día después, con los músculos mas relajados y las emociones un poco mas ordenadas en la mente
FELICIDADES Y ENHORABUENA!!!!!!!!!!!!!!!! a todos los que el sábado 8 de Mayo salimos de Ávila, con mucha ilusión y a la vez con un cierto cosquilleo en el estomago por saber si podríamos terminar lo que con tantas ganas comenzábamos y conseguimos llegando a La Plaza Mayor de Madrid.
FELICIDADES Y ENHORABUENA!!!!!!!!!!!!!!!! a los que por unas causas u otras no pudieron terminarla, por tener el espíritu de empezarla, mi lema en la vida es -mejor embarcar y naufragar que no haber embarcado nunca- en la próxima a intentarlo de nuevo, seguro que llegareis
FELICIDADES Y ENHORABUENA!!!!!!!!!! a Jorchs, un alegrón verte amigo y un gustazo tu compañía en el ultimo tramo del camino.
FELICIDADES Y ENHORABUENA!!!!!!!!!!!!! a los sherpas ALBERTO, LUISJA, JUAN H., JUANITO, que tan bien nos supieron llevar por esta ruta, por cierto, ruta guapa y completa que seguro dejo muy satisfechos tanto a radikals como a pisteros.
FELICIDADES Y ENHORABUENA!!!!!!!!!!!!! a los amigos de El Altillo Mountainbike, del Mountain Bike Torrejón, Sendadiesel, Bike Aventura Daganzo, MTB Leganés...y demás amigos que se unieron a esta aventura y nos brindaron su ayuda cuando hizo falta.
FELICDADES Y ENHORABUENA!!!!!!!!!!!! a los encargados del avituallamiento, JOSE MARIA, LUIS, PATXI, JUAN, un alegrón al veros y por tener todo tan bien preparado para nosotros, y por vuestros ánimos, que tanto se agradecen en los momentos duros.
Y por ultimo quiero dar las gracias públicamente y os pediría que se lo hicierais llegar a aquellos/as que por su labor paciente unas veces, y por ejercer de enfermeras/os otras nos hacen posible el disfrutar de esta locura nuestra que es la bici. GRACIAS!!!!!!!!
Hoy más que nunca… ¡¡¡MANERAS DE VIVIR!!!
CLUB CICLISTA DISTRITO 18
Saludos a pedales
Alberto
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Dentro de veinte años, estarás más arrepentido por las cosas que dejaste de hacer que por las que hiciste. Así que olvídate de los límites. Explora. Disfruta. Descubre.
Tambien lo merece y es un honor para nosotros, hacer referencia a la Crónica escrita por JOSE DE LA FUENTE (Proyecto RED MTB) y recogida en su BLOG, no dejeís de leerla y disfrutarla. Gracias AMIGO
Para cualquier cosilla dirigirse a jam.mtb.biker@gmail.com
Nuestro lema: ¡¡¡ HASTA EL INFINITO Y MAS ALLA !!! |
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Ideario del grupo: Se crea este Club CC Distrito 18 con el único fin de divertirnos, respirar un poco de aire puro, hacer un poco de deporte y sobre todo, no pasar el aspirador los domingos por la mañana, echar unas risas (cuando se acaban las etapas) y tomar unas cañas todo ello en buena compañía. |
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Por supuesto: ¡¡¡ VIVA LA JARRA & EL PEDAL !!!
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