Cronica de Juan en su proeza por los:
10000 del SOPLAO

SOPLAO 2008

• 165 km.
• 15:25 horas
• 10 km/ h de media.

 
6:45 de la mañana. La noche ha sido horrible, apenas he dormido 3 horas, vueltas y mas vueltas en la cama,  ¿serán los nervios? , ¿La pizza de la cena?, ¿las cervezas?, no lo se pero ya da igual.

Bajamos a las 7 a desayunar.

Hay buffet libre e intentamos comer todo lo que podemos teniendo en cuenta que nos acabamos de levantar .Preparamos las bicis y arreamos hacia Cabezón de la Sal              (dormíamos en Treceño a 4 Km. ).Como casi siempre Javi y yo llegamos con la hora pegada al culo, el ambiente es acojonante, hay nervios, por megafonía anuncian la salida, suena una traca a la valenciana la cual me veo obligado a atravesar en fin que casi me jiño. A las 8 y 2 minutos dan la salida, allá vamos Javi y yo como valientes y como no, lloviendo.

Empezamos por una bonita pista que de manera suave nos va subiendo hacia el monte corona, vamos escoltados por helechos y árboles .La subida se hace amena ya que las fuerzas están intactas. Llegamos a lo alto y comienza un rápido descenso en dirección Comillas que nos hace ver el mar .Atravesamos varios pueblecillos y  nos metemos otra vez a ascender el monte corona por la otra vertiente. Subimos muy despacito para no malgastar fuerzas, acabamos la cuestecilla y hacemos otro vertiginoso y corto descenso para llegar al primer avituallamiento! plátano, 2 tigretones y 1 aquarius, sacamos al canario a pasear y palante. Sigue lloviendo.

Seguimos atravesando pequeños pueblos de los que ni me acuerdo del nombre pero muy chulos eso si en dirección a la primera gracia del día, la subida a la cueva del Soplao         ¿pero que hago yo aquí? (de esta cueva viene el nombre de la marcha)

Tras ir unos Km. por asfalto dejamos este para coger una trialera de subida. Un cartel nos anima a pie de cuesta y que razón tenia porque la dichosa subidita era una papilla de 10cm. de barro blando. Por mucho que nos empeñamos era una perdida de tiempo y energías así que pie a tierra y ¡joder ¡ si ya cuesta tenerse en pie, la bici cada vez se va adheriendo mas barro cual pelota de nieve rodando por la montaña. Nos lo tomamos a risa por que encima nos cayó otro poquito de agua.

La subida es de 8 Km. con porcentajes la primera mitad entre el 7 % y el 16 %. A la mitad hay un descansillo que se puede hacer montado en bici pero patinando un poquillo y lo que cuesta avanzar un metro. La segunda parte es menos dura pero el barro hace que si lo sea. Llegamos como podemos a una carreterilla que nos hace llegar a la cueva del soplao donde esta el segundo avituallamiento. 1 pantera rosa, 1 plátano y 1 aquarius. Limpiamos nuestras gafas de barro y nos decidimos a bajar. La bajada, pues es de imaginar viendo la subida, de barro hasta el tuétano con la diferencia de que por este lado es rojo en vez de negro. La cosa se pone muuuuy tensa, y mas tenso me pongo yo cuando en una de esas peripecias de las bajadas la bici empieza a deslizarse justo hacia donde yo precisamente no quería dirigirme que es un socavón como la manga de un abrigo. He aquí donde saco a relucir mis dotes circenses ya que la bici se quedo encallada en dicho agujerillo. Aun no se lo que paso pero paso, resulta que caí de pie y con la inercia empecé a correr pista para abajo unos metrillos con mi cuerpo desenfrenado hasta que me dije a mi mismo que no había venido a correr sino a montar en bici y automáticamente mis piernas dejaron de moverse. Cuando me di la vuelta vi el careto de los que venían detrás y estaban un poco perplejos con comentarios como: “chaval que te dejas la bici atrás”, me he quedado acojonado pero tío como lo has hecho, en fin que me descojono y se me quita la temblera y seguimos bajando. La bajada acaba en un pueblo donde con sorpresa nos encontramos lugareños que con compresores de agua enchufados a sus casas nos limpian las bicis  ¡que detallazo ¡  de un manguerazo fuera barro, de chapeau.

Seguimos esta vez por carretera, nos hacen atravesar un rió  en el cual habían colocado un par de palets y en medio habían hecho un arco de madera para pasar por debajo con la inscripción “el arco del triunfo “.Aquí es donde aprovecho para meterme en el rió y lavar un poco la botas que ya pesaban. Pasado esto nos dirigimos hacia la 2ª tachuela de la jornada, el monte AA ( que nombre mas curioso).Esta, es una subidita de 4 Km. con pendientes entre el 6 % y el 23 %.Hay un tramo que me recuerda a la bola del mundo por la inclinación y el asfalto ese raro que tiene .Aquí hace ya un buen rato que no llueve y ha salido el sol un poquillo. Llevamos unos 50 Km. y las piernas empiezan a despertarse y a darse cuenta de que tienen que currar. Coronamos el monte y nos abrigamos y trincamos una buena pista de bajada donde al final esta el tercer avituallamiento! Bocata de salchichón, 2 tigretones, 1platano, mucha agua y un descanso un poco más largo que los anteriores. Tras unos estiramientos muy majos continuamos la marcha y como el que no quiere la cosa nos encontramos con la tercera cuestecilla del día, la subida al Moral (por Ucieda). Una subida de 12 Km. con pendiente media del 6,2 %.El principio del puerto tiene rampas las rampas mas acentuadas y hay un poquillo de desanimo en mi, luego se suaviza y el animo florece otra vez. En fin que poco a poco, chino chano  unos y otros vamos llegando arriba. Como comentario extra en esta subida decir que según subíamos ya venían de vuelta los que iban en cabeza y es que en esta subida la marcha se juntaba y hubo gente que lo hizo en 7 horas 40 minutos a una media de 21 por hora pero vamos que esa no era nuestra guerra, nuestro objetivo era acabar que no era moco de pavo para salir los domingos por la mañana y algún día entre semana por el parque del barrio.

Cuando llegamos arriba había gente de la organización dando comida y refrigerios (fuera de avituallamiento), otro detallazo y así uno tras otro. Nos echamos la pelliza y para abajo quedándonos con la copla de la bajada ya que luego nos tocaría subirla o eso intentariamos.La bajada, muy buena como prácticamente todas las de la prueba. Ya en el ultimo tramo fuimos en paralelo al arroyo juzmeana con numerosas cascadas hasta llegar al siguiente avituallamiento. Otro bocata de salchichón, 1 aquarius de un trago y no recuerdo que más. Desde aquí cogemos asfalto dirección Barcena Mayor y se agradece un poco por aquello de relajar un poco el cuerpo y avanzar un poco mas deprisa.

Ya estamos en Barcena Mayor y justo aquí empieza el plato fuerte del evento, la subida a la cruz de las Fuentes de 17 km y quizás la mas bonita de todo el recorrido ya que esta en medio de un parque natural lo cual hace mas ameno el cuestón. Este puerto tiene un desnivel medio del 4,7 %, rampas máximas del 9 % y algún que otro descanso (menos mal).Javi y yo sabemos que aquí esta el meollo de la cuestión ya que una vez subida la cuestecilla solo nos quedaba bajar y hacer la ultima subida la cual haríamos aunque fuera a gatas ( mas de uno lo dijo ).El comienzo lo hicimos despacito y  con desconcierto ( por lo menos yo) ya que llevábamos 100 km aprox. Yo voy bien de piernas, y hago una paradita para hacer un “orín”. Cuando enfundo me subo otra  vez en la bici y ¡HOSTIAS!, ¿Pero que pasa?, no puedo, no puedo, madre mía hasta aquí he llegado. Javi me sobrepasa y sigue para adelante y yo con una crisis de cojones y quedaba lo más duro de la subida. Me tranquilizo y decido pararme a descansar, cuando recuerdo que llevo un tigretón en la mochila. Lo engullo como  los perrillos de dos bocados y sigo. “Aquí no he venido para cagarme en el culotte”. Parece que me voy recuperando, ¿Habrá sido el tigretón? Total que arrastrándome como pude llegué arriba, una vez allí solo faltaba por visitarnos la niebla y, allí apareció, y claro está, a más niebla más frío; pero con la moral después de la crisis por las nubes, ahora tocaba bajar e íbamos bien de tiempo. Seguimos descendiendo por pista hasta llegar a la carretera por la cual subiríamos 2km hasta el Puerto de la Palombera, y, en este tramo fue donde Javi se quedó un poco flipadillo, ya que no se lo que me pasó pero me dio un punto raro y no podía creérmelo, lo menos pasé a 15tíos a una velocidad que no daba crédito. Fue entonces cuando me di cuenta de que a los tigretones, fijo que los habían inyectado alguna sustancia sospechosa, porque, aquello no tenía ni pies ni cabeza, llevábamos 120km, y parecía que me habían metido una guindilla por el culo. Yo me llegué a asustar ¡que poderío, la virgen! Una vez que se acabó aquel subidón sobrenatural hice una parada para limpiarme las lupas por enésima vez. A partir de aquí nos tocó un descenso por carretera hasta el quinto avituallamiento. Más tigretones, aquarius, plátanos, etc., menuda pasta se nos estaba preparando en el estómago y volvió a llover. 

Seguimos la ruta y nos comentan los de la organización que el siguiente tramo está embarrado, y valla que sí. Una pista ascendente en la cual echamos pie a tierra, ya que era imposible pedalear, así que casi perdimos 1 hora por ir andando, vaya contratiempo, esto no estaba escrito en el guión. Después de lo que llevábamos, esto era un jarro de agua fría, ya que la noche se acercaba pero la cercanía del penúltimo avituallamiento nos hace tirar para adelante con decisión. Llegamos al final de la subida (Ventavieja) y allí hay gente de la organización que nos pica el dorsal por penúltima vez (nos picaron en total 5 veces por eso de los controles y tal y tal) y nos comunican que se acaba el barro y empieza otra bajada. La bajada, pues que decir, a toda mecha, por pista en buen estado, esquivando vacas por el camino. Acaba la pista y entramos en Colsa, una aldea donde nos para un personaje que tenía enchufada una máquina de agua a presión de un pilón de las vacas para limpiar la burra. Otro puntazo de la organización. Desde aquí sigue la bajada por asfalto muy, muy empinada que en un periquete nos hace llegar al penúltimo avituallamiento. Aquí era donde si no llegabas antes de las diez, te desviaban por la carretera hasta Cabezón de la Sal. Nosotros por suerte llegamos a las 20:30, con margen para comer algo, que nos picaran el dorsal, y para colocar las luces (Alberto que pasada). Con la moral por las nubes y las piernas por los suelos atacamos la última subida, la subida al Puerto del Moral (por Juzmeana). Este puerto es el que bajamos anteriormente, y ya nos lo conocíamos. Tiene 10 km, con una pendiente media del 6´1%. Subimos como podemos, descansando alguna vez, y con un ritmo de 7km/h. Nos encontramos un personaje de Fuenlabrada que llevaba andando un montón de km con la cadena y la patilla del cambio rotos y encima nos dijo que iba sin luces y temía que le descalificaran .Le preste la linterna de apoyo que me dejo Alberto (luego me la devolvió, tranquilo) y me dio mil gracias. ( como anécdota, la organización se entero de que venia un tío andando, cogió un coche y una bici  nueva y le fueron a buscar para que acabara el recorrido, increíble, simplemente acojonante).Le dejamos con su particular batalla y seguimos subiendo. Apenas se veía, y no por la niebla sino por que ya casi eran las 10 de la noche. De repente a lo lejos vimos una pequeña luz y aparece un tío al lado de un coche (de la organización) al que le sobran bollitos y nos ofrece periódicos para la bajada. Aquí es donde tenemos que enchufar las luces y tirar para abajo como fuese. Mucha niebla, tiritando de frío y SIN GAFAS ya que se me olvido cambiar los cristales  naranjas en el ultimo momento, allí no estaban ni los lobos. Comenzamos con prudencia con las luces cortas por aquello de ahorrar batería ya que no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar y con las luces largas teníamos 1 hora y media de batería. Fueron momentos de ¿que hago yo aquí?, me castañeaban los dientes a ritmo de rezar un rosario. Cuando ya creí que estábamos cerca le metí las largas y , joder, se hizo de día, bajaba tó chiscao y en un pispas llegamos a la carretera donde estaba el ultimo avituallamiento en el que ni paramos ya que íbamos lanzados hacia el estrellato. Esta ultima parte por el asfalto era descendente y las ansias por llegar nos hicieron dar pedales como posesos y encima teníamos luces extras ya que la churri de Javi nos iba alumbrando por detrás con el coche, el susto había pasado pero el frío no.

Yo ya iba extenuado pero con esa cosilla que te hace emocionarte dentro del cuerpo. Habíamos salido a las 8 de la mañana y llegábamos a Cabezón de la Sal a la 11 de la noche. El sentimiento era inigualable a nada anteriormente hecho montado en bicicleta. Entramos por las calles como verdaderos esputniks .El pueblo ya estaba con su rutina nocturna de un Sábado, gente paseando, parejas cenando, los chavales de marcha, el trafico con normalidad y aun así hubo alguno que nos animó .Quedaban 100 mts y tomar una curva y allí estaba, delante de la meta con un spiker poniéndome la piel de gallina y un grupillo de gente aplaudiéndonos. Me gustaría que alguien me hubiera contado con que cara había llegado .Lo que si se es que esta ruta me ha calado muy hondo por un montón de cosas, de anécdotas,  de experiencias, de gentes, de paisajes, de dureza y simplemente se sabrá si se viene aquí a intentarlo.

Estaba convencido de que la bici se estaba convirtiendo en una forma de vida pero después de esto lo ratifico. Quizás sea por que estoy en el tren de vuelta escribiendo esto y aun tengo el subidón en el cuerpo. Sin mas y con el cuerpo dolorido animo a la gente a intentarlo algún año. 

COMENTARIOS EXTRAS. 

Dar las gracias a Patricia, nuestro coche de apoyo, por animarnos, por hacernos fotos, por estar pendiente de todo, por ir a por clinex para limpiarnos las lupas, por ofrecerse a ir a comprar unos bocatas, por alumbrarnos por la noche y por involucrarse con nosotros en una prueba que duraba todo el santo día, en fin por todo y algo que se me olvidara. 

La organización, perfecta en el trato técnico  y mejor en el trato humano .Comida y bebida siempre, detalle de camiseta, la ensalada de pasta y cerveza a la 1 de la madrugada,  el ánimo, la información, los consejos, los lavaderos portátiles , los engrases, asistencia medica, en 4x4, quads, motos, ambulancias, protección civil en mil cruces, asistencia mecánica ( mini carpas con 2 mecánicos en los avituallamientos con repuestos, zapatas, cámaras, cubiertas, cables, en fin de todo) y todo por 23 leuros. 

Los participantes que formamos un magnifico ambiente, con gente de todas partes cada uno con su reto personal. 

Alberto, que me acordé de ti todo el rato en la ultima bajada con tus súper luces y pensé ¡Que bien se lo estaría pasando este aquí ¡  ASI QUE YA SABES... 

Decirle a Javi, tronco que fácil eres de engañar, si no hubieras venido yo solo ni de coña me lo planteo eres un machote (por cierto te has quitado los pelillos de las patas, yo si y no veas como pica) 

El último comentario lo dejo para agradecer a mi churri que me animo desde que se lo dije en Febrero. Y darle mil gracias por aguantar estas salidas y las de los domingos y por supuesto por cuidar a mis “dos churumbeles” que es lo más complicado.

Saludos,
Juan

   Para cualquier cosilla dirigirse a jam.mtb.biker@gmail.com